Leer es bueno y totalmente
importante para las personas y la sociedad. Nos proporciona todo lo necesario
para poder mejorar, crecer, y en muchísimos casos, encontrarnos. De alguna
manera u otra, leer también nos brinda herramientas que podemos usar luego en
el mundo real. Y cuando me refiero a “mundo real”, me refiero a ese lugar a
donde volvemos después de haber leído un buen libro, un buen cuento o un buen
poema. A continuación, intentaré explicar con mis propias palabras la
importancia de leer.
Actualmente vivimos en un
mundo en donde el tiempo con el que contamos se encuentra dividido, y a la
misma vez amenazado, por las miles de cosas que tenemos que hacer. Llamémoslo
trabajo, estudios, cuidar a los hijos, ir al cine, salir con los amigos, y
muchas otras situaciones más, donde el momento para leer es muy escaso. Las
personas que leen me entenderán muy bien que nos enfrentamos con esto a diario.
Personalmente he encontrado la oportunidad de leer unas 15 o 20 páginas
mientras estoy en el bus camino al trabajo. Pero no todos cuentan con ese tipo
de suerte.
Muy aparte de no tener
tiempo, debemos considerar también que los mexicanos, en realidad, no leen. Y
hay pruebas al respecto. Hace un par de meses, junto a una amiga intentamos
sacar adelante un proyecto al que llamamos “Lima lee”, que consistía en una
cuenta creada en Instagram donde subiríamos fotos de distintas personas leyendo
un libro ¿Nunca escuchó del proyecto? Pues, eso es debido a que en dos
meses de búsqueda de personas que leían libros, apenas encontramos tres, y dos
de ellos eran extranjeros.
Existe un
estudio realizado en el 2012, por el Centro Regional para el Fomento del Libro
en América Latina y el Caribe (CERLALC), donde informa que el segundo
puesto de “Países No Lectores”, con un 65% son los peruanos que reconocen nunca haber
leído un libro. El primer puesto se lo lleva México, con un 73%. Son resultados
muy opuestos a los de Brasil, donde en promedio, cada brasileño lee 4 libros al
año. Y en Colombia solo 2,9 libros por habitante. El estudio termina con la
conclusión de que la mitad de habitantes de América Latina no lee libros.
Podemos buscar culpables,
pero la verdad es que esa ya es nuestra realidad, y más que buscar culpables,
es momento de comenzar a buscar soluciones. Leer es importante y creo que el
progreso de una sociedad no se basa enteramente en sus construcciones de
edificios, ni la implementación de tecnología en sus calles. El progreso del
país debe ir de la mano con su progreso cultural. Pues, de nada nos serviría
una ciudad moderna si sus habitantes ni siquiera tienen idea de dónde están
parados. La educación es la clave. Y enseñar a leer es el puente que llevará a
muchas otras soluciones que pueden existir en un futuro no muy lejano.
Y no nos quedemos solamente
en hacer que la gente lea libros y termine todo ahí, también deben comprender
lo que leen. A mi parecer, leer libros te permite cuestionar las cosas y,
muchas veces, la sociedad en la que vives. No es sorpresa saber que en la época
de Hitler, se quemaban libros. Ray Bradbury, escritor estadounidense, dijo en
su momento que para destruir una cultura solo tenías que hacer que las personas
dejaran de leer libros.
Entonces, es momento de
pensar en qué podemos hacer para que los niños, adolescentes y adultos lean
más. Como un ejemplo, sin ir muy lejos, hace poco leí que el gobierno argentino
iba a invertir en sus librerías a nivel nacional, para que estas pudieran tener
mucho más libros y mejorar su infraestructura. Creo que es momento de empezar a
hacer cosas así. Algunas librerías vienen realizando un Plan Lector orientado a
niños, es una gran iniciativa. Para algunas personas eso puede parecer muy
poco, pero es así como se empieza.
Tengamos tiempo o no,
tengamos librerías cerca o no, los que leemos lo hacemos porque buscamos
respuestas de preguntas que ni siquiera sabíamos que teníamos. Recuerdo que
alguien dijo que leer permitía que una persona tuviera más de una vida, porque
vivías las historias que leías. Y eso es totalmente cierto. Leemos porque
creemos que se pueden mejorar las cosas. Un libro es un gran maestro, y un
ejemplo claro de que al poner una palabra tras otra, puedes construir una obra
maravillosa.
La maquillista Jazmina Daniel se ha vuelto viral en Instagram después de compartir una serie de fotografías donde muestra el arte que puede realizar en sus labios al recrear escenas de películas.
Desde Buscando a Nemo hasta el hundimiento del Titanic es lo que se puede apreciar en sus labios.
Aquí te mostramos sus increíbles transformaciones de labios hechas obras de arte
México.- El
Museo de la Luz celebrará 20 años de ofrecer a sus visitantes la oportunidad de
acercarse a la cultura, en especial a los fenómenos luminosos vinculados a la
historia, con un programa de actividades a iniciar el próximo 10 de noviembre
en el propio recinto. Entre talleres, conferencias,
demostraciones y proyecciones la gente podrá disfrutar de la conmemoración;
además, los viajeros en el Metro podrán obtener el boleto especial que el
Sistema de Transporte Colectivo emitirá como parte del aniversario.
“Come frutas y verduras… secas”
será la primera conferencia impartida en el encuentro por la especialista
Anabel López Ortiz, para después pasar con una muestra de equipos solares
desarrollados por el Instituto de Energías Renovables (IER).
También habrá una degustación de
platillos solares y la inauguración “Experimentos con luz”, obra reciente de
Narcissus y Orfeo Quagliata, en el marco del Festival Internacional de la Luces
(Filux).
Para el viernes 11 se compartirá
la demostración “¡Sé me prendió el foco! IER”, así como la charla con el Físico
Federico Nájera Febles titulada “Más allá de la luz”.
En el cineclub se proyectará “La
sal de la Tierra”, de Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado, para finalizar la
jornada con la exposición “Experimentos con luz”, de Narcissus y Orfeo
Quagliata.
Para el sábado se tienen
preparadas más actividades, como el taller “Cocinando con el Sol”;
“Presentación de grupos de divulgación”, con estudiantes y emisores de
distintos recintos académicos, y se dará la conferencia “Sopa de genes: una
estrategia evolutiva”, a cargo de Sandra Pérez Briseño.
Asimismo, se llevará a cabo otra
degustación de platillos solares, una proyección de la “Muestra de cine y
videos del Año Internacional de la Luz 2015”, y, por último, la proyección de
“Experimentos con luz”.
El domingo 13 se presentará la
ponencia “¿Qué es y qué podemos hacer por la sustentabilidad?”, con Ramón
Soriano Robles; el taller “Reloj solar”, y en cine se podrá disfrutar una vez
más de “Cine y vídeos del Año Internacional de la Luz 2015”.
Mientras que el martes 15 de
noviembre se impartirá la conferencia “Luz y atmósfera” y el taller “Secador
solar de alimentos”, y durante el miércoles se dará la plática “Odisea 2015…
viaje al centro de la luz”, a cargo del físico José Ramón Hernández-Balanzar.
La experta Rocío Salceda
Sacanelles expondrá “Evolución del ojo”; se realizará un taller con la
“Presentación de grupos de divulgación”, y por último estará la exhibición
“Experimentos con Luz”.
El 18 de noviembre es el día en
el que el recinto cumple 20 años, por lo que se ofrecerán talleres del Museo de
la Luz y el especialista Julio Sotelo Morales dictará la conferencia magistral
“Luz y medicina”.
También ese día se realizará la
mesa conmemorativa “XX Aniversario del Museo de la Luz: pasado, presente y
futuro”, con la participación de Gustavo Avilés, de la Facultad de Arquitectura
de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En la misma actividad estarán los
especialistas del Museo de la Luz e Instituto de Física Ana María Cetto, Luis
de la Peña y Jorge Flores; Salvador Cuevas del Instituto de Astronomía; José
Franco, de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, y Narcissus
Quagliata, del Estudio de Arte Quagliata.
Javier Lozano Alarcón, coordinador nacional de Cultura del
Partido Acción Nacional, afirmó que con la nueva secretaría del ramo del
Gobierno Federal, no se crea un “elefante blanco”.
El senador del blanquiazul, precisó que el objetivo de la
nueva dependencia no es otro más que reorganizar institucionalmente a este
sector, para hacerlo más eficiente, eficaz y transparente.
Dijo que la propuesta del presidente Enrique Peña Nieto,
busca darle a la cultura el nivel, la prioridad, la importancia y la estatura
que merece.
“Y no puedo también dejar de lamentar la supina ignorancia
de quienes vienen a criticar esto, desde el desconocimiento y la
intolerancia. Decía un político de viejo cuño: Político pobre, pobre
político. No, político inculto, pobre político.
No hay ningún impacto presupuestal, no se crea más
burocracia, no se está creando ningún elefante blanco”.
Criticó a los detractores de esta propuesta, que piensan que
con la creación de la Secretaría de Cultura se dará un viraje en el modelo
cultural.
Recordó que la Secretaría de Cultura implica la
transformación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, lo que
representa elevar el nivel institucional de la autoridad en la materia.
Este termino es usado tanto en la lengua española como en el ingles a lo cual se le pueden dar distintos significados dependiendo de la cantidad de veces que sea pronunciado el “Bla”, la Real Academia Española lo define ” Discurso largo y sin sustancia, y a veces con tonterías o desatinos” si se le agrega una silaba más la RAE le denota dos acepciones Onomatopeya para imitar el ruido de la conversación ininterrumpida e insustancial y discurso vacío de contenido.
En la antigüedad Grecia la raíz de la palabra bárbaro “bar” y si esta se repetía tres veces seguido se refería a Ruidos sin Sentidos.
En los Estados Unidos el Diccionario de Ingles de Oxford, le atribuye por primera vez el termino “Blah” al periodista estadounidense Howard Vincent O’Brien en su libro de memorias Wine, Women & War de 1918.
El linguista de la Universidad de California, Geoff Nunberg explicó que tres años después, la revista de EE.UU. Collier’s: The National Weekly usó un doble blah para indicar que un locutor dijo cosas sin importancia. a su vez piensa que quizás esto fue usado con anterioridad y pudo haber cambiado a partir de “blab blab blab” una expresión que estaba en libros del siglo XIX, por otro lado se percato que el uso del blabla tuvo auge en la etapa de postguerra.
Cuando vi por primera vez a Nick Middleton, estaba rodeado de globos terráqueos y atlas, mostrando los lugares más exóticos del planeta.
Estábamos en el sótano de Stanfords, la librería especializada en viajes más grande de Londres, que fue visitada por intrépidos exploradores, como Florence Nightingale, Ernest Shackleton y Ranulph Fiennes.
Pero Middleton estaba ahí para hablar sobre los países que no aparecen en la gran mayoría de los libros y mapas que allí se venden.
Los llama "los países que no existen" y, aunque sus nombres puedan parecer fantasiosos –Atlantium, Christiania, y Elgalandia-Vargalandia– todos ellos son lugares reales, en donde viven ciudadanos fervientemente patrióticos.
De hecho, seguramente tú mismo, sin saberlo, hayas visitado alguno de ellos.
El globo terráqueo, según parece, está lleno de pequeñas (y no tan pequeñas) regiones, que tienen las características de países reales: una población, un gobierno, una bandera y una moneda.
Algunos de ellos incluso pueden emitir pasaportes electrónicos.
Sin embargo, por diversas razones, no se les permite tener representantes en las Naciones Unidas, y son ignorados en la mayoría de los mapamundis.
¿Qué es un país?
Middleton, geógrafo en la Universidad de Oxford, trazó estas líneas ocultas en su nuevo libro, An Atlas of Countries that Don’t Exist ("Un atlas de países que no existen"), publicado por Macmillan en 2015.
Hojeando sus páginas, uno siente como si se adentrara en un mundo paralelo, con una vibrante historia olvidada y una rica cultura.
Este mundo paralelo incluso tiene su propia liga internacional de fútbol.
La búsqueda de Middleton comenzó, muy apropiadamente, con Narnia.
Estaba leyendo "El León, la Bruja y el Ropero", de C.S. Lewis, a su hija de seis años y Lucy, la protagonista principal, acababa de atravesar las bolas de naftalina y los abrigos de piel hacia una tierra mágica.
Algo sobre la fantasía atrajo a Middleton. Como geógrafo, se dio cuenta de que no tienes que utilizar magia para visitar un país que "no existe" a los ojos de la mayoría de los demás Estados.
Sin embargo, no esperaba encontrar un mundo tan vasto.
"Cuando empecé a observarlos, me sorprendió cuántos hay", dice. "Podría haber escrito un libro tras otro".
El problema, dice, es que no tenemos un clara definición de lo que es un país, lo cual, "como geógrafo, sorprende bastante".
Algunos hablan de un tratado firmado en 1933, durante la Conferencia Internacional de Estados Americanos, en Montevideo, Uruguay.
La "Convención de Montevideo" establece que, para convertirse en un país, una región necesita tener las siguientes característicass: un territorio definido, una población permanente, un gobierno y "la capacidad para relacionarse con otros estados".
Aún así, muchos países que reúnen esos criterios no son miembros de las Naciones Unidas (comúnmente aceptadas como el "sello final" para que un país se convierta en Estado).
UNN, Naciones No Representadas
Para su lista, Middleton se centró en los países que cumplen la Convención de Montevideo, con un territorio fijo, una población y un gobierno, pero que no están representados en la Asamblea General, aunque muchos de ellos son, por el contrario, miembros de las Naciones Unidas No Representadas (UNN, por sus siglas en inglés), un organismo alternativo para luchar por sus derechos.
Algunos de estos nombres resultarán familiares a cualquiera que haya leído un periódico: territorios como Taiwán, el Tíbet, Groenlandia y el Chipre del Norte.
Otros son menos conocidos, pero no por ello menos importantes; Middleton habla de muchos ejemplos de poblaciones indígenas que pretenden reafirmar su soberanía.
Una de las historias más inquietantes, dice, es la de la República de Lakota, con una población de 100.000 habitantes.
Justo en el centro de los Estados Unidos (al Este de las Montañas Rocosas), esta república es un intento de la tribu sioux de Lakota de recuperar las sagradas Colinas Negras.
Su desesperada situación comenzó en el siglo XVIII. En 1868 firmaron, por fin, un trato con el gobierno estadounidense en el cual les prometían el derecho a vivir en las Colinas Negras.
Desgraciadamente, no tuvieron en cuenta la fiebre del oro, y el gobierno pronto se olvidó de este acuerdo, al tiempo que sus representantes se abalanzaban sobre la tierra sagrada.
El pueblo Lakota tuvo que esperar más de un siglo para obtener unas disculpas cuando, en 1998, un juez del Tribunal Supremo concluyó que "nunca hubo en nuestra historia ningún caso más grave de tratos deshonestos".
El Tribunal decidió compensar a los sioux con cerca de US$600 millones, pero rechazaron el dinero.
"Ellos dicen que aceptar el dinero habría sido como estar de acuerdo con el crimen", explica Middleton.
En 2007, una delegación marchó por Washington para declarar su separación formal de los Estados Unidos, y organizaron una batalla legal para lograr su independencia.
Barotselandia, Ogonilandia y más
Batallas similares se están librando en todos los continentes.
Está Barotselandia, un reino africano con una población de 3 millones y medio de habitantes, que presentó un caso para separarse de Zambia; y Ogonilandia, que está intentando retirarse de Nigeria; ambos declarados independientes en 2012.
En Australia, por otro lado, la República de Murrawarri se creó en 2013, después de que la tribu indígena escribiera una carta a la reina Isabel II, pidiéndole que aprobara su legitimidad para gobernar la tierra.
Los Murrawarri le dieron 30 días para responder y, ante su rotundo silencio, reafirmaron formalmente su petición para gobernar su antigua patria.
No todos los países incluidos en el libro de Middleton tienen raíces históricas tan profundas; a menudo, son creados por individuos bastante excéntricos que quieren establecer un estado nuevo y más justo.
Middleton habla de Hutt River, en Australia, un pequeño "principado" establecido por una familia de agricultores que querían escapar a las estrictas cuotas de grano del gobierno; desarrollaron sus propios títulos reales, su moneda y su servicio postal.
"Tienen un sello de negocio próspero", dice Middleton (aunque, en un principio, las cartas tenían que ser enviadas en avión, a través de Canadá).
Después de décadas de lucha, el gobierno se rindió y la familia no tuvo que pagar más tasas en Australia.
La democracia de Christiania
En Europa puedes encontrar Forvik, una pequeña isla del archipiélago de las Shetland, fundada por un inglés, con el objetivo de promocionar la transparencia gubernamental.
También Sealand, en la costa británica y Christiania, en el corazón de Copenhague.
Este último país fue formado por un grupo de ocupas ilegales, que vivían en un antiguo cuartel del Ejército en 1971.
El 26 de septiembre de ese año lo declararon independiente, con su propia "democracia directa", según la cual cada uno de los habitantes (que ahora son 850) puede votar sobre cualquier asunto importante.
Hasta ahora, el gobierno danés ha hecho la vista gorda a sus actividades; fumar cannabis, por ejemplo, es legal en Christiania, pero está prohibido por ley en el resto de de Dinamarca (aunque los habitantes de Christiania sí prohibieron las drogas más duras).
La Tierra: ¿una pizza gigante?
A pesar de estos ejemplos más excéntricos, Middelton dice que no trataría de crear un país él mismo.
"Después de haber investigado tantas historias de anhelo y opresión, no creo que fuera apropiado tomar el asunto tan a la ligera", dice.
"Para algunas personas es una cuestión de vida o muerte".
A pesar de sus esfuerzos, sospecha que sólo unos pocos lograrán ganar, en algún momento, un reconocimiento mayor.
"Si tuviera que decidirme por alguno, sería Groenlandia", dice. La autónoma región de Dinamarca que ya tiene su propio gobierno, lo cual suele considerarse como el primer paso para un reconocimiento formal.
Pero, dadas las dificultades a la hora de, incluso, definir lo que es un país,¿necesitamos, tal vez, reflexionar sobre el concepto de Nación-Estado en su conjunto?
Cita a la Antártida, un continente compartido pacíficamente por la comunidad internacional, como una señal de que no debemos, necesariamente, dividir la tierra como si se tratara de una pizza gigante.
Países que rompen el concepto de país
Quizás esto es sólo el principio. Las últimas páginas del Atlas de Middleton contienen dos ejemplos radicales que cuestionan todos los significados que le otorgamos a la palabra "país".
Pensemos en Atlantium. Su capital, Concordia, pertenece a una remota provincia rural de Australia; está ocupada por más canguros que personas.
Pero eso son sólo sus "oficinas administrativas".
Atlantium es "no territorial", lo cual significa que cualquier persona, de cualquier parte, puede convertirse en ciudadanos.
Tal y como proclama su página web: "en una época en la que la gente cada vez está más unida por intereses comunes y propósitos a través de –más que dentro de– las fronteras naciones tradicionales, Atlantium ofrece una alternativa a la práctica histórica discriminatoria de asignar nacionalidades a individuos en base a su 'cuna de nacimiento' o circunstancias".
Luego están Ergalandia-Vargalandia, que fueron establecidos por dos artistas suecos que pretenden reunir todas las áreas "No Ocupadas por el Hombre" alrededordel mundo, incluido el terreno que establece las fronteras entre naciones y cualquier pedacito de mar que esté fuera de las aguas territoriales de otro país.
Siempre que hayas viajado al extranjero, habrás pasado por Ergalandia-Vargalandia.
De hecho, de entre todos los países que Middleton analizó, este es el más cercano a su punto de partida, Narnia, ya que los artistas aseguran que, cada vez que nos adentramos en un sueño o dejamos vagar nuestra mente, también habremos cruzado una frontera y, temporalmente, viajado hasta Ergalandia-Vargalandia.
Atlantium y Ergalandia-Vargalandia quizás sean demasiado extravagantes para que la mayoría de la gente las tome en serio.
Middleton las admira más como un intento de provocar un debate más amplio sobre relaciones internacionales.
"Todos ellos alcanzan la posibilidad de que los países, tal y como los conocemos, no sean sólo la única base legítima para organizar el planeta", escribió en su libro.
Una cosa es segura: el mundo está cambiando constantemente.
"Nadie de mi edad pensaba que la Unión Soviética se iba a desintegrar en pedazos; puede haber grandes cambios inesperados", dice.
Siempre están naciendo nuevos países, mientras los más antiguos se desvanecen.
En un futuro lejano, incluso el territorio que ya conocemos podría convertirse en un país que no existe.