lunes, 3 de agosto de 2020

La importancia de leer


Leer es bueno y totalmente importante para las personas y la sociedad. Nos proporciona todo lo necesario para poder mejorar, crecer, y en muchísimos casos, encontrarnos. De alguna manera u otra, leer también nos brinda herramientas que podemos usar luego en el mundo real. Y cuando me refiero a “mundo real”, me refiero a ese lugar a donde volvemos después de haber leído un buen libro, un buen cuento o un buen poema. A continuación, intentaré explicar con mis propias palabras la importancia de leer.



Actualmente vivimos en un mundo en donde el tiempo con el que contamos se encuentra dividido, y a la misma vez amenazado, por las miles de cosas que tenemos que hacer. Llamémoslo trabajo, estudios, cuidar a los hijos, ir al cine, salir con los amigos, y muchas otras situaciones más, donde el momento para leer es muy escaso. Las personas que leen me entenderán muy bien que nos enfrentamos con esto a diario. Personalmente he encontrado la oportunidad de leer unas 15 o 20 páginas mientras estoy en el bus camino al trabajo. Pero no todos cuentan con ese tipo de suerte.


Muy aparte de no tener tiempo, debemos considerar también que los mexicanos, en realidad, no leen. Y hay pruebas al respecto. Hace un par de meses, junto a una amiga intentamos sacar adelante un proyecto al que llamamos “Lima lee”, que consistía en una cuenta creada en Instagram donde subiríamos fotos de distintas personas leyendo un libro ¿Nunca escuchó del proyecto? Pues, eso es debido a que en dos meses de búsqueda de personas que leían libros, apenas encontramos tres, y dos de ellos eran extranjeros.


Existe un estudio realizado en el 2012, por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), donde informa que el segundo puesto de “Países No Lectores”, con un 65% son los peruanos que reconocen nunca haber leído un libro. El primer puesto se lo lleva México, con un 73%. Son resultados muy opuestos a los de Brasil, donde en promedio, cada brasileño lee 4 libros al año. Y en Colombia solo 2,9 libros por habitante. El estudio termina con la conclusión de que la mitad de habitantes de América Latina no lee libros.


Podemos buscar culpables, pero la verdad es que esa ya es nuestra realidad, y más que buscar culpables, es momento de comenzar a buscar soluciones. Leer es importante y creo que el progreso de una sociedad no se basa enteramente en sus construcciones de edificios, ni la implementación de tecnología en sus calles. El progreso del país debe ir de la mano con su progreso cultural. Pues, de nada nos serviría una ciudad moderna si sus habitantes ni siquiera tienen idea de dónde están parados. La educación es la clave. Y enseñar a leer es el puente que llevará a muchas otras soluciones que pueden existir en un futuro no muy lejano.


Y no nos quedemos solamente en hacer que la gente lea libros y termine todo ahí, también deben comprender lo que leen. A mi parecer, leer libros te permite cuestionar las cosas y, muchas veces, la sociedad en la que vives. No es sorpresa saber que en la época de Hitler, se quemaban libros. Ray Bradbury, escritor estadounidense, dijo en su momento que para destruir una cultura solo tenías que hacer que las personas dejaran de leer libros.


Entonces, es momento de pensar en qué podemos hacer para que los niños, adolescentes y adultos lean más. Como un ejemplo, sin ir muy lejos, hace poco leí que el gobierno argentino iba a invertir en sus librerías a nivel nacional, para que estas pudieran tener mucho más libros y mejorar su infraestructura. Creo que es momento de empezar a hacer cosas así. Algunas librerías vienen realizando un Plan Lector orientado a niños, es una gran iniciativa. Para algunas personas eso puede parecer muy poco, pero es así como se empieza.


Tengamos tiempo o no, tengamos librerías cerca o no, los que leemos lo hacemos porque buscamos respuestas de preguntas que ni siquiera sabíamos que teníamos. Recuerdo que alguien dijo que leer permitía que una persona tuviera más de una vida, porque vivías las historias que leías. Y eso es totalmente cierto. Leemos porque creemos que se pueden mejorar las cosas. Un libro es un gran maestro, y un ejemplo claro de que al poner una palabra tras otra, puedes construir una obra maravillosa.










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